domingo, 7 de octubre de 2018

CREATIVIDAD Y JUEGO


La creatividad está presente en cada uno de nosotros de una manera u otra. Todos somos seres creativos en mayor o menor medida, simplemente hay que dejar fluir ese potencial innato en el ser humano. 

El niño construye su  mundo interno, al mismo tiempo que lo representa libremente, como una bella obra de arte, si tiene espacio, tiempo y materiales para ello. Es capaz de representarlo con cualquier material no estructurado que le presentes o encuentra. Los niños con sus obras o creaciones nos permiten acercanos a conocer sus vivencias. Cuando estas, estén originándose, les miraremos, les dejaremos hacer, esperaremos el momento adecuado para intervenir si creemos necesario, les dejaremos expresarse y no las juzgaremos en bonitas o feas. En muchas ocasiones los niños darán nombres a sus creaciones, construyendo algo concreto como un avión, un coche, una casa…en otras ocasiones será algo abstracto inclasificable para nosotros como adultos, pero no para ellos. Los niños crean por su propio placer, por una necesidad, sin ninguna finalidad exterior, simplemente por darse placer a si mismo, por ello es importante que el adulto se mantenga objetivo y no subjetivo.

Todos los niños juegan a construir y destruir antes de los tres años. Siendo este juego uno de sus preferidos en un momento determinado,  apilar,  construir, destruir, es una actividad pre simbólica que el niño practica a diario para conseguir habilidades y destrezas motoras cada vez más precisas. 

“ El placer de destruir alivia al niño de sus tensiones corporales y de su contención emocional, lo abre a una fluidez tónico-emocional que lo vuelve dispuesto para la acción” Bernard Aucouturier. 

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A esta construyendo con piezas de madera de diferente tamaño, color y grosor. Me acerco sin preguntar nada  y observo como afianza su coordinación y precisión al colocar las piezas justo al borde de la mesa. Practica su precisión también colocando las piezas al borde de otras piezas. Después de varios minutos de poner, quitar, observar, volver a colocar piezas me dice es un camión. Tampoco tenía porque ponerle nombre a su construcción, en numerosas ocasiones no la hay, es el simple disfrute de practicar la habilidad. Una habilidad que ha ido adquiriendo durante sus dos años de vida con el juego. Pasando por diferentes acciones, el agarre, pasar objeto de una mano a otra, separar su dedo indice  y comienzar a utilizarlo para señalar, utilizar los dedos indice y pulgar ( pinza) para coger objetos mas pequeños, ensartar, rasgar, lanzar pelotas con precision, contruir torres,enroscar y desenroscar tapones...en sus primeros tres años. 




Jugando a construir M, selecciona todas las piezas de color azul y amarillo, cuando llega a una altura en la que la torre que está construyendo puede caer, al mismo tiempo que ella la sostiene con una mano, mientras se agacha para coger más piezas con la otra. Comienzo a observar que en algunas ocasiones se para cuando va a coger una pieza porque siente la inestabilidad de la construcción, por lo que ante el peligro de que la torre caiga y quizás el juego termine, le presto mi ayuda, ¿quieres que las sujete? .

 M , Me dice que si, y yo le ayudo en la hazaña, sigue buscando piezas de los colores que había seleccionado. Otros niños comienzan a observar que la construcción cada vez adquiere mayor altura y se  animan a participar.  M lo tiene claro, participa y dirige la construcción,  cuando colocan una pieza de otro color les dice que No, y todos comienzan a observar la norma del juego y seleccionan solo la piezas amarillas y azules.  M coloca la última pieza  que puede de puntillas y estirando su brazo  ya no puede colocar mas. Les comento que es muy alta que tal vez necesitamos subirnos a algo que nos ayude a poder seguir colocando más piezas,  les invito  a coger una silla. Salen dos voluntarios para coger la silla, la colocan cercan de la construcción, yo mientras sigo sujetando la torre, esta vez ya necesito de mis dos manos, pues cada vez adquiere mayor altura. Con la silla, comienzan a organizarse por turnos para poder subir a seguir colocando piezas. Consiguen entre todos una torre  de aproximadamente un metro de altura. Ojos de asombro, precisión y lentitud en sus movimientos podíamos observar en M cuando colocaba las últimas piezas subidas a la silla.




M se tumba en el suelo para realizar su construcción, parece ser que desde esta posición observar mejor como colocar las piezas, de forma que queden lo mas juntas posible, sin hueco entre ellas, realiza cada momento con precisión, coge una pieza, piensa y observa donde colocarla, como podemos ver en la imagen cinco de este conjunto. Cuando coloca una pieza, en ocasiones otra se desplaza, es cuando la ajusta con delicadeza y rectitud la pieza movida, como podemos observar en la última imagen. Los niños de dos años tienen especial sensibilidad al orden. Es una etapa, o periodo sensitivo donde el niño está interesado por el orden, tiene necesidad de ordenar todo lo que ve, en muchas ocasiones observamos cuando un objeto mal colocado en un lugar no correspondiente, el niño se da cuenta de ello y lo lleva a su lugar, duciendo va aquí, es su manera de ir organizando su mundo interno, su estructura mental
Es importante que como adultos, ofrezcamos a los niños un espacio y tiempo ordenados, de esta manera ira construyendo su mundo externo e interno. 

“ Los periodos sensitivos, son sensibilidades especiales que se encuentran en los seres en evolución, es decir, en los estados infantiles, los cuales son pasajeros y se limitan a la adquisición de un carácter determinado. Una vez desarrollado este carácter cesa la sensibilidad correspondiente” Maria Montessori.





Otras construcciones, la primera imagen es de P y su Jardin, al mismo tiempo que de forma paralela D construye su castillo en la imagen 2..





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